Una de las cosas feas que tiene este viaje son las despedidas. Empezando por Ezeiza, donde ya es una cagada despedirse por el sólo hecho de que estás pendiente de si se te va el vuelo, de hacer el check in, de tener todo y no haberte olvidado nada, etc. y para colmo de saludar a toda tu familia, de elegir bien las palabras que le vas a dedicar a cada uno porque quizás no los veas en un largo tiempo y al final terminas diciendo chau a todos que tengo que embarcar.
Después esta este otro tipo de despedida que no son del todo malas, y de hecho no son del todo despedida, sino que es un hasta luego (porque uno nunca sabe de las vueltas de la vida...) con la gente que vas conociendo y que por algún motivo u otro toma un rumbo distinto al tuyo pero sabés que este país es tan chico que ya te va cruzar de nuevo.
Y por último está la peor despedida del momento o al menos para mí, que fue la que tuve ayer con Aty y Caro... si... finalmente las chicas consiguieron laburo en Gisborne (a unos 280 km) y al menos por el momento van a vivir allá y yo sigo acá, en el Monte, porque todavía no se avivaron que soy la moza más torpe del planeta y creo que por lástima me siguen conservando.
De todas maneras, pasó todo tan rápido que casi ni me puse a pensar que nos estábamos separando. Yo estaba en el trabajo, por salir ya y me llama Caro diciendo "che venite para casa que con Aty nos estamos yendo a Gisborne porque conseguimos laburo allá y te queremos saludar"... What the fuck!??? obviamente me vine lo más rápido que pude, hice un bolsito así nomás y salimos Caro, Aty, Juan y yo para Gisborne a las 2 am de un Martes.
Juan se ofreció a llevar a las chicas y yo lo acompañé (ya dije que es el mejor flatmate del mundo) porque el lunes tuvimos un percance con la van camino de Te Puke y ahora la chancha está guardada en el garage de Todd (un kiwi amigo) a la espera de un mecánico que nos diga que fucking problema tiene, y parece que es turbio el asunto. Asi que no pudo venir en mejor hora la oferta de trabajo de las chicas teniendo en cuenta que el arreglo de la camioneta va a estar saladito...
Retomando, salimos los 4 para Gisborne y despues de unas 4 horas más o menos, llegamos al hostel donde nos dijeron que vayamos para encontrar al chileno que les iba a hacer el contacto a las chicas con el dueño del viñedo. Ahi mismo también se están alojando algunos integrantes de la nombrada Colonia del monte quienes dejaron Maunganui por la falta de laburo. El chileno en cuestión aparentemente tenía más mafia encima que Al Capone y Don Gato juntos, y después de una breve explicación sobre el trabajo a realizar se las llevó a las chicas y a los demás aspirantes para que empezaran la jornada.
Juan y yo nos fuimos a recorrer un poco pero el tiempo no ayudó mucho asi que esperamos hasta que volvieran las chicas de trabajar, las despedimos nuevamente y emprendimos el regreso al amado Monte.
Gisborne no me ofreció nada mejor que Maunganui, probablemente el día no haya ayudado, pero no creo que sea un lugar que valga la pena conocer a menos que el destino te lo imponga como nos pasó a nosotros. Y para esta época, es casi como Corrientes y 9 de Julio un lunes a las 12 del mediodía de un día laboral; hay 3 argentinos por metro cuadrado. Eso se explica porque es un lugar muy barato para vivir, y hay mucho trabajo en el campo y en los viñedos, por lo que pareciera que todo el mundo migra hacia allá cuando el asunto se torna áspero en los demás lugares.
Quedamos en la casa Flav, Juan y yo. Supongo que unos días tendremos flatmates nuevos para remplazar a las chicas y amenizar el pago de la renta, sólo temporariamente, claro, porque el plan es que Aty y Caro vuelvan en marzo para el monte que empieza el laburo fuerte en las Pack house (empresas de empaquetamiento de frutas y verduras).
Pero como dije anteriormente, en Nueva Zelanda, nunca se sabe.
LIBERTÉ
Hace 12 años
Que flash loco! espero que anden bien chicas, suerte naty ahora que te quedaste sin esas dos locas ! ajajaj.
ResponderEliminarUn beso